Carlos Barbero ganó con autoridad la cuarta etapa de la XL Vuelta a Burgos en una llegada talismán para el burgalés: la Ciudad Romana de Clunia. El ciclista de Movistar, conocedor de cada metro de este final en rampa, esperó el momento adecuado para entrar por delante de los italianos del Vini Fantini, Marco Tizza, segundo, y Nicola Bagioli, tercero.

Es la tercera victoria de Barbero en Clunia (una con Caja Rural y dos con Movistar) y la tercera de la temporada tras las conseguidas en la Vuelta a Castilla y León y la Comunidad de Madrid. En cuanto a la clasificación general, Miguel Ángel López (Astana) retuvo el maillot de líder en una jornada en la que solo perdieron tiempo Antón y Pardilla en el top-10.

La cuarta etapa, la más larga de la presente edición con 165 kilómetros, partía desde el Monasterio de San Pedro de Cardeña y apenas presentaba dificultades -solo un puerto de tercera (El Majadal) antes del ecuador- hasta la llegada en la Ciudad Romana de Clunia.

Clásico final con trampa que incluía un último kilómetro al 5% de pendiente media y rampas de hasta el 7% para eliminar a los velocistas puros en favor de algún uphill finisher.

La escapada de la jornada estuvo integrada por cinco corredores: Diego Rubio (Burgos-BH), Txomin Juaristi (Fundación Euskadi y que repetía fuga), Julen Amezqueta (Caja Rural), Thibault Guernalec (Fortuneo Samsic) y Lucas de Rossi (Delko Marseille). Con un terreno abierto y poco propicio para emboscadas, el quinteto siempre estuvo bien controlado por el pelotón y apenas dispuso de más de 2:42 de ventaja máxima.

Ausentes los portadores del maillot de la montaña -Pablo Torres- y las metas volantes -Egoitz Fernández- los premios se los repartieron entre Amezqueta (Alto del Majadal), Juaristi (Covarrubias) y Rubio (Aranda y Peñaranda de Duero).

Neutralización y caídas

Pese a la resistencia de Juaristi (uno de los más combativos en los compases finales), el grupeto fue neutralizado bajo la pancarta de los últimos 5 kilómetros ante el empuje de Movistar, Euskadi-Murias y otros equipos que se sumaron a la caza. Entre ellos, el Polartec-Kometa continental, esperando repetir con Moschetti.

Aún hubo tiempo para que una caída cortara el pelotón a falta de 1.500 metros. Inconveniente que no pilló desprevenido a Carlos Barbero, que esperó el momento exacto para salir tras un valiente Tao (y los italianos del Fantini) y superarles como una bala por la derecha para volver a sonreír en su llegada fetiche. El burgalés repite por segundo año seguido en Clunia.

Mañana tendrá lugar la última etapa de la Vuelta a Burgos con el decisivo final en alto de las Lagunas de Neila, de categoría especial, en una jornada montañosa de 141 kilómetros que saldrá desde Salas de los Infantes.

Fuente: Diario Marca.