Lloyd Mondory se ha adjudicado la cuarta etapa de la Vuelta a Burgos al vencer en el esprint gracias a la sensacional labor de su lanzador Sebastien Turgot. La segunda posición fue para el español del IAM Cycling Vicente Reynés y el corredor local Carlos Barbero (Euskadi) se quedó con la miel en los labios al ser cuarto, aunque la gran novedad de la etapa ha sido el cambio de líder tras cortarse el grupo de los mejores en las calles de Villarcayo y arrebatar Dani Moreno (Katusha) el morado a Nairo Quintana (Movistar).

Se podría esperar una etapa de transición, pero no lo fue. Y no fue así por el Astana no lo quiso. El equipo kazajo, tras rozar el triunfo con Mikel Landa en Las Lagunas de Neila, salió dispuesto a dar guerra y buscar una opción de triunfo e incluso de apretar la clasificación general de cara a la contrarreloj de mañana en Aranda de Duero. Una intención que, sorprendentemente, no se tradujo en ataques de ningún tipo.

Con anterioridad, la jornada había respondido a dicho guión, el del trámite. Escapada de siete hombres y el Movistar de Nairo Quintana al frente del pelotón, aunque sin llevar a cabo una contundente labor de persecución, ya que uno de sus hombres, Javier Moreno, era uno de los fugados. Junto a él, el representante del Burgos BH Ibai Salas, el compañero de Carlos Barbero en el Euskadi Miguel Mínguez, Jonathan Pumeaux (IAM Cycling), Fabio Taborre (Neri Sottoli), Egor Silin (Katusha) y Axel Domont (Ag2r).

Las rentas de los mismos, que habían saltado en el kilómetro 15, no superaron los 3 minutos y el gran grupo los tenía controlados. Quedaba por saber si el Movistar se esforzaría en tirarla abajo o serían los equipos con esprinters quienes lo hicieran, pero apenas se esperaba que fuera el Astana. Y es que el equipo de Alexandr Shefer, con Brajkovic, Agnoli y Tiralongo en las cuarta, quinta y sexta posición de la clasificación general a menos de un minuto de Quintana, parecía dispuesto a ‘liarla’.

Esta labor de fuga hizo que la ventaja de los escapados menguara de manera considerable y que muchos de ellos tiraran la toalla. No lo hicieron Ibai Salas y Domont, los últimos en ser cazados a pies del Alto de Las Retuertas, cuando comenzó, con menos de 30 kilómetros para meta, una nueva e inesperada etapa.

En las rampas de Las Merindades el primero en probar suerte fue David Belda, del Burgos BH, aunque rápidamente fue absorbido. Después lo intentó Blel Kadri (Ag2r), ganador de etapa en el reciente Tour, que sí tuvo algo más de éxito y rodó varios kilómetros en ventaja. A él se unió posteriormente Alexandr Kolobnev (Katusha) y ambos coronaron en cabeza de carrera con 15 segundos sobre el pelotón. Una renta que lograron, además, mantener durante el descenso, entrando en los 10 kilómetros finales con opciones, aunque escasas, ya que en el pelotón también eran varios los equipos que intentaban sorprender con ataques de escaso recorrido.

Kadri y Kolobnev fueron cazados finalmente a falta de 3 kilómetros y el triunfo se disputó entre un reducido grupo de unos 30 hombres. La velocidad de la ascensión final y de la persecución hizo cortarse el pelotón, aunque ninguno de los favoritos sufrió las consecuencias. Allí, el más rápido fue el francés Lloyd Mondory y Carlos Barbero (Euskadi) entró en cuarta posición, cerca de los mejores. Por detrás, Dani Moreno logró unos metros de ventaja sobre Nairo Quintana que le dieron el liderato.

La quinta y definitiva etapa, que se disputa mañana, definirá el vencedor final de la XXXVI Vuelta a Burgos. La contrarreloj ‘Las Edades del Hombre’ de 12,4 kilómetros dictará sentencia. Moreno y Quintana llegan con el mismo tiempo.

Fuente: Diario de Burgos.