El enclave burgalés del Condado de Treviño, final inédito de la XLVI Vuelta a Burgos, dará una última oportunidad a los velocistas en una previsible llegada masiva en la quinta, última y definitiva etapa de la ronda burgalesa.
Bajo la denominación de «En-Clave de Burgos» será una etapa completamente llana, sin ningún puerto de montaña, marcada por un circuito final de casi 60 kilómetros y un doble paso por la línea de meta de Treviño.
La Diputación de Burgos, que organiza la carrera a través del Instituto provincial para el Deporte y Juventud (IDJ), ha diseñado para esta etapa un recorrido atractivo y rápido que permitirá descubrir los paisajes que caracterizan a esta zona limítrofe entre Burgos y Álava, ideales para la práctica de este deporte.
Una etapa que, con salida en la ciudad medieval de Frías, se adentrará en territorio vasco y recorrerá gran parte del enclave burgalés y que servirá, además, para rendir homenaje a la gran afición al ciclismo que volverá a salir a la calle para disfrutar del paso de los corredores.
De Frías a Miranda de Ebro la carrera transcurrirá por Quintana Martín Galindez, Barcina del Barco, Puentelarrá, Santa Gadea del Cid y Ayuelas antes de entrar en la provincia de Álava por Berantevilla.
Cumplido el kilómetro 50 la etapa avanzará por Mijancas, Santurde, Villanueva Tobera, Taravero, San Martín del Zar, Baroja, Mesanza, Samiano, Bajauri, Lagrán, Peñacerrada para volver a girar por San Martín del Zar, Taravero, Tobera, Santurde, Mijancas y hacer el primer paso por meta en Treviño.
Desde allí la carrera se dirigirá a Franco, en donde estará ubicado el Sprint Intermedio de la etapa y a Armentia, a 21 kilómetros del final, para volver a pasar por los municipios de San Martín del Zar, Taravero, Villanueva Tobera, Santurde y Mijancas antes de la que será la última línea de meta de la presente edición.