La tercera etapa de la XLV Vuelta a Burgos, en la que se contempla la ascensión al Picón Blanco, puerto de Categoría Especial, marcará las primeras grandes diferencias de cara a la clasificación General.

Será una etapa de 183 kilómetros que saldrá de Sargentes de la Lora, localidad en la que se conmemorará al educador de fama universal Andrés Manjón y Manjón, y en la que el IDJ de la Diputación de Burgos también ha introducido alguna novedad, ya que no finalizará en la cima del Picón Blanco, que se ascenderá a 36 kilómetros de meta, ubicada en la localidad de Villarcayo.

El recorrido, en el que se pondrá en valor el patrimonio natural que atesora tanto el Geoparque de Las Loras como la comarca de las Merindades, estará salpicado de un total de cinco puertos, todos de 3ª Categoría, que harán que los favoritos tengan que estar activos desde el inicio.

La primera dificultad montañosa será el Alto de la Mota (Km 19) al que seguirán el Alto Escalerón (Km 38), el Alto de la Eme (Km 58) y, tras pasar por Medina de Pomar, el Alto de Retuerta (Km 119), antes de afrontar la ascensión al Picón Blanco desde Espinosa de los Monteros.

A partir de ahí y tras el descenso de este puerto de Categoría Especial, se hará un nuevo paso por Espinosa de los Monteros para tomar dirección a Gayangos, en donde estará ubicado el Sprint Intermedio de la jornada.

Con la carrera lanzada y antes de alcanzar la línea de meta en las calles de Villarcayo, los corredores tendrán que afrontar la ascensión al Alto de Bocos, último puerto de la jornada, que estará ubicado a tan solo 7 kilómetros de la llegada.