La etapa, corta y nerviosa, se disputará el viernes, 5 de agosto, uniendo las dos Denominaciones de Origen con las que cuenta la provincia de Burgos

Tras dos pasos por meta y una doble ascensión al Alto del Majadal tendrá un final explosivo con el tramo adoquinado de la calle Mayor de Lerma

La XXXVIII Vuelta a Burgos rendirá homenaje este año a las dos Denominaciones de Origen con las que cuenta la provincia. Será en el transcurso de la cuarta etapa de la ronda, el viernes, 5 de agosto, con un recorrido que saldrá de Aranda de Duero (D.O. Ribera del Duero) y finalizará en la Villa Ducal de Lerma (D.O. Arlanza).

Será una etapa nerviosa y corta, de 145 kilómetros, en la que el pelotón hará un doble paso por la línea de meta y tendrá que afrontar una doble ascensión al Alto del Majadal (3ª Categoría), única dificultad montañosa de la jornada.

Aranda de Duero dará la salida a esta penúltima etapa de la carrera que llevará a los corredores por las localidades de Sinovas, Tubilla del Lago, Santa María del Mercadillo, Ciruelos de Cervera, Briongos, Hinojar de Cervera y los túneles de La Yecla antes de llegar a Santo Domingo de Silos.

El siguiente punto caliente de la etapa será ya el primer paso por el Alto del Majadal. Desde allí, el pelotón se dirigirá a Lerma pasando antes por Covarrubias, Puentedura, Quintanilla del Agua, y Santillán del Agua.

Tras este primer paso por la línea de meta la carrera dejará Lerma en dirección a Revilla Cabriada, Castrillo Solarana, Solarana, Nebreda, Quintanilla del Coco para, de nuevo, afrontar la ascensión al Alto del Majadal que volverá a puntuar para el Gran Premio de la Montaña.

Este segundo descenso, a 31 kilómetros de la meta, servirá también para lanzar la carrera que volverá a pasar por Covarrubias, Puentedura, Quintanilla del Agua y Santillán del Agua antes de entrar de nuevo en las calles de Lerma.

Desde la organización de la prueba, que corre a cargo del Instituto provincial para el Deporte y Juventud (IDJ) de la Diputación de Burgos, se ha diseñado un final de etapa explosivo buscando el mayor atractivo para el aficionado. Así, los últimos 500 metros de la etapa transcurrirán por la calle Mayor de la Villa Ducal.

Se trata de un tramo adoquinado al que se accederá por el conocido como Arco de la Cárcel con una pendiente continua del 6% que finalizará en la plaza mayor, frente al Parador Nacional de Lerma, en donde estará ubicada la meta.

Unos metros finales que obligarán tanto a los equipos con velocistas que quieran disputar la etapa como a los favoritos de cara al triunfo final a entrar bien colocados para evitar así cualquier corte que pudiera producirse.

El Arco de la Cárcel es una de las cuatro entradas que tenía la villa y la única puerta de muralla medieval que se conserva. El arco se encuentra flanqueado por dos torreones cilíndricos con saeteras. Aunque se construyó en piedra, en su parte superior cuenta con un añadido de ladrillo que corresponde a una ampliación realizada en 1610 con el objetivo de convertirlo en cárcel.

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